¿Cómo empecé mi vida fit? Parte 1

Seguramente este 2021 te hiciste algunos propósitos y dentro de estos, cambiar tu estilo de vida, mejorar hábitos, hacer más ejercicio, comer más saludable, entre otros. Hacer un cambio de este tipo es todo un proceso y te recomiendo que establezcas objetivos realistas y a corto plazo. Realizar pequeños cambios poco a poco, disfrutar el proceso y no realizar cambios tan extremos y repentinos ya que definitivamente esto puede hacer que se pierda rápido la intención o motivación.

En los primeros capítulos de este blog, te iré contando como ha sido mi experiencia y camino en este tema de la vida saludable, ejercicio y buenos hábitos.

Primero quiero empezar definiendo el término "ser fit" el cual considero que ha perdido el verdadero significado. La palabra fitness, se refiere a un estado de bienestar. El ser fit va mas allá de solo tener un cuerpo musculoso y bajo porcentaje de grasa. Para mi, ser fit implica varios aspectos tanto físicos como mentales (espiritual y emocional) que nos llevan a tener un completo bienestar, a tener un cuerpo funcional. Podría decir que los principales pilares son: entrenamiento, alimentación y salud mental. ¿De qué sirve tener el cuerpo que quieres, si no estas bien por dentro?

Desde que tengo memoria, mi familia siempre ha sido muy activa y deportista. Recuerdo perfecto que mi mamá siempre nos llevaba a mis hermanos y a mí, a todo tipo de clases: natación, tae kwon do, gimnasia, box, tenis, capoeira. Me gustaban estas clases y realmente las disfrutaba, pero definitivamente lo mío y mi pasión siempre fue el baile.  Desde muy pequeña empecé con clases de ballet (el cual no me gustó tanto) y a los 11 años empecé a bailar danzas polinesias, vaya que esa si fue (y sigue siendo) mi pasión.

Estudié la prepa y mi carrera en el Tec de Monterrey CCM y la principal razón por la cual decidí estudiar ahí fue por toda la oferta que había de clases de todo tipo de baile, eso fue realmente la principal razón por la cual estudié ahí. Pasé por todo tipo de clases a lo largo de casi 9 años: salsa, cumbia, bachata, danza árabe, tap, hip hop, danza regional, y estuve en el Grupo Representativo de Danzas Polinesias por varios años. 

¿Cuándo empecé a ir al gimnasio? Debo confesar que en la carrera lo intenté varias veces. Recuerdo perfecto que empezaba a ir muy motivada los primeros días, pero a la semana 2 o máximo 3, lo dejaba. Definitivamente no lograba agarrarle el gusto, no me gustaba y mucho menos lo disfrutaba. Lo dejé por la paz y continué solamente con mis clases de baile.

Cuando me gradué dejé de bailar y fue en ese momento que pensé que tenía que buscar alguna otra actividad para mantenerme activa y seguir haciendo algo que me gustara. En ese entonces comencé a estudiar gastronomía, iba a la escuela de 8 am a 12 pm y trabajaba de 2 pm a 9 pm. En la noche que salía de trabajar, lo único que quería era llegar a cenar y dormir. Tuve que buscar un momento o darme el tiempo para hacer ejercicio. Fue así que empecé a ir al gimnasio a las 6 am (de ahí se me quedó el hábito de entrenar a esa hora) ya que si no lo hacía a esa hora, ya no tendría otro momento para hacerlo. Así es, una vez mas decidí darle una oportunidad al gimnasio. Al principio lo único que hacía era 1 hora de cardio en escalera (me encantaba) y a veces un poco de abdomen. Sentía que eso era suficiente y no le prestaba mucho interés a la fuerza. 

Poco a poco fui incluyendo un poco de entrenamiento de fuerza, pero no fue hasta como 1 año después que empecé a entrenar diario ya con una rutina de fuerza personalizada. Tiempo después comencé a ver los cambios en mí y no solo físicos, también emocionales. Esa satisfacción de terminar de entrenar, de haberlo logrado y de estar llena de energía para continuar con el resto de mis actividades el resto del día.

Formalmente podría decir que llevo 6 años aproximadamente entrenando y definitivamente es algo que no dejaría de hacer. Entrenar me llena de motivación, es algo que realmente disfruto. Me encanta el hecho saber que cada día es diferente y que cada día puedo ir superando un reto mas. Descubrir lo fuerte que puede llegar a ser mi cuerpo y superar cada día algún reto, incluso cuando llego a creer que no lo haría. Es increíble ver lo que nuestro cuerpo es capaz de lograr, todo es cuestión de que nos lo propongamos y trabajemos en ello hasta lograrlo. El camino fácil no existe, nada es fácil pero estoy segura que la satisfacción de lograrlo, vale todo. 

Lo que siempre les digo es que identifiquen y encuentren el tipo de ejercicio ideal para ustedes. No hay algo ideal o mejor que otro, todo va a ir de acuerdo con tus gustos y objetivos. El mejor ejercicio siempre va a ser aquel que te guste y disfrutes hacer. No importa si lo haces en la mañana, tarde o noche, lo importante es que encuentres o te organices para establecer tu rutina y puedas hacerlo.

Una pregunta muy frecuente es, ¿Cuánto tiempo te tardas en verte de tal manera? o ¿en cuanto tiempo lograré tener tal porcentaje de grasa?. Mi recomendación es que no te estreses por eso, puedo decirte que es un trabajo de años y el proceso puede llegar a ser lento. Es por esto que es mejor verlo como un estilo de vida y no como algo temporal o con una fecha de caducidad. ¿Qué hacer mientras llegas a ese objetivo? ¡DISFRÚTALO! El proceso no es lineal y siempre tendrás momentos o etapas buenas y otros no tanto. Lo importante es que sigas adelante y no te rindas ni te quedes a la mitad del camino. 

¿Cómo era mi alimentación antes? En el siguiente blog te contaré como fue mi proceso en cuestión de alimentos y también en relación con mi vida social.

¡Espero les haya gustado esta primera parte! ¿Cómo fue tu experiencia en cuestión de cambio de hábitos? ¡Déjame tus comentarios, te quiero leer!

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